miércoles, 14 de marzo de 2012

A por ellos... oe

“A por ellos” fue en 2008 el canto –casi unánime- de los españoles para apoyar a la selección de fútbol en la Eurocopa. Y la Roja consiguió llegar a lo más alto. Ahora ese mismo grito servirá a los trabajadores de MC Ediciones y COEDIS para resolver el conflicto laboral que mantiene en danza, desde hace ya tres largos meses, a 166 familias afectadas de forma directa y a más de un millar de acreedores. Sí, has leído bien ¡casi un millar! Los 575 acreedores que figuran en el auto del Concurso Voluntario ya son historia. Dios ha contabilizado mucha más deuda, también mucha más de la avalada personalmente y ha solicitado documentación que no le ha sido entregada –por lo que imagino no debe estar muy contento- y podría suponer, a la postre, la calificación de Concurso Culpable. Sería estupendo conocer la naturaleza de la documentación no presentada porque sin duda tiene que estar en sintonía con la “Solución Final” del lado tenebroso de la fuerza pero, como he estado de viaje en el Alto Egipto y no en el Sinaí, no puedo saber qué se ha cocido en la zarza ardiente; en la Sekkinah de Dios.
En cualquier caso, por 48 votos (frente a 2 en contra y 4 abstenciones) se ha acordado agotar los plazos e ir “a por ellos”, es decir, poner a disposición de Dios las irregularidades. Y es que conviene aclarar que, hasta ahora, las negociaciones se han llevado a cabo con los abogados de las empresas en Concurso. Dios sólo se enteraba de las cosas por canales no oficiales, tipo Inside MC, tipo esta “hoja parroquial”, tipo chivatazo directo... Pero la falta de sensibilidad propicia que ahora sea por el canal oficial, vía denuncia en los juzgados y por escrito.
Y, honestamente, ya no sé si es falta de sensibilidad o de cortas miras porque alargar el proceso de negociación lo único que consigue es elevar el nivel de deuda. A razón de 300.000 euros mensuales en nóminas (150.000 de forma directa y otra suma idéntica para el FOGASA que actúa como banco pero que tarde o temprano va a querer cobrar). No se entiende por tanto que se haya variado tanto en la negociación, de lo 28 días por año trabajado sin tope, con la condición de que los 8 días de diferencial no serían deuda contra la masa sino sólo en el caso de que el plan de (in) viabilidad diera beneficios a los dos días por año trabajado con un tope de 12 meses de la última oferta, aduciendo tensiones de tesorería. ¿Tensiones? Coño, esto es un tsunami.
Ronda, contraofertó 26 días por 18 mensualidad (el mundo al revés, nuestros abogados pidiendo menos) pero, si en un año y cuatro meses no pagaban, que respondieran solidariamente los String. Su respuesta: “Va ser que no”.
Pasaron entonces a la oferta B que consistía básicamente 26 con tope 12 meses para MC Ediciones (unos 300.000 euros) y para COEDIS la misma cifra y que se lo repartieran como buenos hermanos.
Dadas las circunstancias la última oferta de Ronda consistía en aceptar pero con la condición de reservarse acciones judiciales caso de que llegada la fecha no se hubiera cobrado.
Ayer, día 12 de marzo, dijeron que no. Que Dios les había dicho que sólo podían permitirse 22 días con un tope de 12 meses. Debe ser que les pone San José y quieren adelantarse a las fallas, sino no se entiende.
A todo esto, hay que resaltar que la negociación de los que se quedan ha conseguido mejorar sus condiciones del 30% de reducción de empleo y sueldo al 10%, menos para MC LifeStyle que tiene condiciones “especiales” ejem... ejem... ¿No somos todos hijos de Dios?
Parece que no. Cabe añadir que la ley concursal especifica que cuando se produce un cambio sustancial de las condiciones de trabajo, el que quiera marcharse puede hacerlo pero tendrá que esperar UN AÑO y su salida será indemnizada a razón de 20 días por año con un tope de 9 meses. WOW!!!! Pobrecitos los que se quedan.
Así las cosas, la asamblea ha votado aquello de “from de lost to de river” o lo que viene siendo lo mismo: “de perdidos al río”. Agotamos el plazo de negociación, que vence el día 20 de marzo y ponemos a disposición del juez la documentación de las presuntas irregularidades: Se acerca el día del Juicio Final y sólo Dios sabe en qué va a terminar esto.

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